- Título: Presas
- Autora: Beatriz Esteban
- Páginas: 472
- Editorial: Nocturna
El mundo es una escala de
grises, pero siempre lo vemos en blanco y negro. El blanco de quien es inocente
y se acerca a la prisión con miedo a convertirse en una víctima. El negro que
inunda las celdas de aislamiento. Y el gris que envuelve el lugar, plagado de
matices.
Un día me dijeron:
«Leire, no vayas a la cárcel, hay gente peligrosa». Y les sorprendió cuando
contesté: «Y fuera también».
Ambientada en una cárcel,
Presas narra la realidad de una prisión desde dos puntos de vista opuestos: el
de Leire, que accede como voluntaria, y el de Azahara, encerrada por un crimen
terrible. Sin embargo, por muy distintas que sean sus perspectivas, pronto
ambas descubrirán que unos barrotes no son la única forma de convertir a las
personas en presas.
Leire accede a ir a la cárcel como
voluntaria, será una de las que se encargue de organizar “el campamento de
verano” allí. Realizarán actividades con los presos, pero solo con aquellos que
se han ganado ese privilegio.
Empezará a conocer y acercarse a la vida
de esas presas, porque aunque están allí por sus crímenes, se dará cuenta de
que no todos los que están allí entre rejas deberían estar encarcelados. Además,
la vida dentro de la cárcel no es muy distinta de la de fuera, ya que cada una
de las personas que están aisladas del mundo tiene que aprender a sobrevivir y
a buscarse la vida.
Azahara es una de las presas que se
encuentra en el área de maternidad, ya que tiene una hija. Sin embargo, el
hecho de estar en esta zona, en esta pequeña seguridad, no durará para siempre,
puesto que en cuanto los niños cumplen 3 años abandonan la cárcel, y las madres
son trasladadas a otros módulos.
Hay módulos en los que sobrevivir se
vuelve todo un reto, porque hay persona que harán la viva imposible de las
demás presas, y algunas serán las que estén al mando, y a las que es mejor no
llevar la contraria. Hay presas que están dispuestas a cualquier cosa por salir
de esos módulos, ya no esperan poder salir de la cárcel algún día, sino que
intentarán poder dormir un día sin miedo a que sea el último.
Leire es una chica con las ideas clara,
ella no acude de voluntaria por el morbo de la cárcel, como ocurre con otros de
sus compañeros que asisten. Es por eso que sentirá empatía y se acercará a las
presas para intentar conocerlas, y comprenderlas. Al principio vemos a una
chica un poco cohibida porque la situación le sobre pasa, y habrá momentos en
los que su amiga Helena intentará evitar que se acerque tanto a las presas. Sin
embargo, cuando acaba el día de voluntariado, Leire sigue pensando en ellas.
Comenzará a verse reflejada en algunas de
las presas, y eso hará que ante las injusticias que ocurren dentro de esas
paredes no pueda quedarse callada. Porque el hecho de que esas personas estén
en la cárcel no significa que las tengan que tratar como animales. Allí
encuentra una realidad que pocas personas conocen.
A lo largo de toda la historia, Leire,
sin duda, es el personaje que tiene una mayor evolución. Porque de verla como
una niña buena, que se asusta cuando una presa levanta la voz, o cuando se alteran
un poco las cosas; pasamos a ver a una mujer capaz de luchar contra las
injusticias. Va ganando voz, no solo dentro de la cárcel, sino que poco a poco
se va haciendo más fuerte, y dejará de temer a lo que está por llegar para
enfrentarse a distintas situaciones con valentía, y estará dispuesta a aceptar
lo que le depare el futuro.
Por otra parte, Azahara es la que da más
voz a las presas en esta historia. Entró en la cárcel con su niña porque no
quería que su hija creciera sin ella, aunque tuviera que ser en la cárcel,
aunque también hay otros motivos por los que actuó así, pero que no quiere
aceptar.
La vida de Azahara antes de entrar en la
cárcel no es que fuera de rosas. A los 15 años se fue de casa, y encontró en
Hugo a una persona a quien amar, y con la que se sentí protegida. Sin embargo,
una noche ocurrió la fatal incidencia por la que ahora se encuentra en la
cárcel. Desde ese día, no para de ver en sus pesadillas cómo sucedió todo, cómo
su vida cambió en aquel momento.
Aunque Hugo sigue yendo a visitarla a la
cárcel de vez en cuando, ella se encuentra en una situación complicada porque
quiere verle pero a la vez no. Siente mucha rabia e impotencia, ya que Hugo le
prometió que siempre estaría con ella, y aunque lo está cumpliendo al ir a
visitar, también prometió que en unas semanas estaría fuera de la cárcel porque
pagaría la fianza, y ya lleva más de año y medio entre rejas.
Azahara tendrá una pelea interna consigo
misma, porque quiere a Hugo, pero hay momentos en los que desearía que ni la
llamara por teléfono. Además, su hija está a punto de cumplir 3 años, y el solo
hecho de que la alejen de ella la pone los pelos de punta. No se puede imaginar
estar allí, entre rejas, sin su hija, sin su esperanza de seguir un día más
adelante, y el solo hecho de pensar en que su hija saldrá para estar con su
padre, también hace que tenga escalofríos.
Gracias a Leire, Azahara empezará a ver
las cosas de otra manera. El hecho de escribir cartas, a Dios, o cualquier
persona, allí en la cárcel para ayudar a todas a sentirse menos sola allí. Cada
una tiene una historia, y un motivo por el que está allí dentro. Y Leire se
dará cuenta de que hay personas encerradas que son inocentes y que los
realmente culpables andan sueltos por la calle. Esa y otras muchas de las
injusticias que ve, harán que decida actuar. Sin embargo, las presas también
están cansadas de que se las trate como despojos. Pero no será tan fácil,
porque nadie quiere saber nada, ni arriesgar su trabajo o su vida por unas
presas.
Es una historia dura, en la que se verá
la parte más inhumana de la cárcel. A través de Azahara conoceremos cómo es la
vida de las internas, y cómo sus preocupaciones van más allá de salir de allí. Además,
a lo largo del libro habrá capítulos narrados por otras presas como Gabi o
Marina, que serán importantes para comprender y ver el punto de vista de otras
presas. Porque aunque todas están en el mismo sitio, cada está librando su
propia batalla a la vez que intenta sobrevivir y reponerse a todo lo que está
viviendo allí dentro.
Leire nos abrirá los ojos, como me ha
pasado a mí. Porque siempre se ve cómo una persona que ha cometido un crimen
entra en la cárcel, pero luego ya no se sabe en qué condiciones se encuentra,
ni cómo de duro es el tiempo que pasa encerrada.
Uno de los mensajes de este libro, es
intentar abrir los ojos a todos, y comprender que el hecho de estar en la
cárcel no es motivo para deshumanizar a esas personas. Otro de los mensajes que
deja ver este libro, es el hecho de que la cárcel no es un sistema que funcione
bien. Porque a un criminal le metes en la cárcel para evitar que siga haciendo
cosas así en la calle, pero le aislas, y no recibe la atención necesaria,
porque cuando cumple la condena luego salen, y siempre salen peor de lo que
entraron. No hay un buen programa de reinserción, porque una vez que están en
la cárcel empiezan a verlos como marionetas, a las que les importa bien poco lo
que les pase, porque son culpables.
El problema viene una vez que vuelven a
salir. Los de la calle han vivido sin esos delincuentes, han apartado el
problema, pero cuando vuelven a salir, ahora los de la calle vuelven a estar en
peligro, e incluso más que al principio. Porque la cárcel no les hace ser
mejores personas, al contrario. Si fuera tenía que luchar para sobrevivir,
dentro todo eso se intensifica, porque constantemente está temiendo su vida. Y
el no recibir una ayuda, no nos beneficia a ninguno.
Es por eso que con este libro se deja ver
cómo es el sistema, sus fallos, y todo lo que se podría mejorar. Es un libro que recomiendo mucho, pero con el
que hay que empezar a leer con la mente abierta. Hay que dejar a un lado los
prejuicios, y coger este libro con la intención de aprender, de ver lo bueno y
lo malo de las personas. Porque aunque sean presos, ante todo son personas.
No había leído nada de Beatriz hasta
ahora, y la verdad es que tiene una manera de escribir que me ha encantado. A
lo largo del libro he sentido impotencia, rabia, e incluso ganas de darle a
algunos personajes una torta para que despertara y se diera cuenta de la
realidad, de lo que realmente estaba ocurriendo. Ha conseguido que sufra, y que
me duelan a mí también algunas de las situaciones que tienen lugar en la
cárcel, me he sentido un poco como Leire.
No voy a descartar leer algo más de esta
autora, porque este libro ha sido todo un descubrimiento. El hecho de que la
autora tuviera la oportunidad de ir como voluntaria a la cárcel ha hecho que
esta historia sea posible. Cuando ella llegó allí, no se encontró nada de lo
que esperaba, y es por eso que decidió que tenía que hablar de ello, que tenía
que contar la historia de esas personas que están encerradas, y aisladas del
mundo. Y la verdad es que le doy las gracias por acercarme a ellos, porque no todo
el mundo tiene la oportunidad de acercarse tanto a la vida de estas personas.
Así que espero que le deis una oportunidad
porque creo que un libro que todos deberían leer, para quizás entender y ver
todo lo que se esconde dentro de esas cuatro paredes.
4/5
¡Buenas! Me ha encantado la reseña, muy bonito el libro por lo que parece. Todo el mundo habla maravillas de la forma de escribir de esta escritora, la verdad es que me muero de ganas de poder leer uno de sus libros.
ResponderEliminarNos leemos.
Ay pues yo solo he leído este de ella, así que solo te puedo recomendar este, que sin duda me ha gustado un montón. Ojalá puedas leerlo
EliminarHola!!
ResponderEliminarHe visto mucho este libro y me gusta mucho la trama, gracias por la recomendación.
Besos💋💋💋