RESEÑA: Todo lo que nunca fuimos

- Título: Todo lo que nunca fuimos
- Serie: Deja que ocurra, 1
- Autora: Alice Kellen
- Páginas: 352
- Editorial: Planeta

Leah está rota. Leah ya no pinta. Leah es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus padres.

Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a acogerla en su casa durante unos meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la chica llena de color que un día fue. Pero no sabe que ella siempre ha estado enamorada de él, a pesar de que sean casi familia, ni de que toda su vida está a punto de cambiar.

Porque ella está prohibida, pero le despierta la piel.

Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.

Porque a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.

Leah ya no es la misma chica que soñaba con ir a la universidad y estudiar Bellas Artes. Desde que perdió a sus padres ha dejado de sentir, ha dejado de tener motivación por las cosas que le gustaban. Se pasa el día encerrada en su habitación, sin hablar con nadie, tan solo escuchando música de su grupo favorito. Poco a poco se ha ido aislando del mundo, porque solo ve oscuridad, y le cuesta no revivir una y otra vez aquel día que tuvieron el accidente. 

Desde ese momento, su hermano, Oliver, ha tomado las riendas. Se ha propuesto ayudar a Leah y estar ahí para ella y ayudarla a superarlo. Sin embargo, recibe una buena oferta de trabajo que no puede rechazar porque necesita el dinero para poder pagarle a Leah la universidad el próximo año. Es por eso que Oliver decide aceptarlo e irse a Sidney durante tres semanas al mes. Durante ese tiempo Oliver le pide a su mejor amigo Axel que cuide de su hermana. 

Axel y Oliver son amigos desde pequeños, y Leah ha crecido también a su lado. Es por eso que Axel no duda en echarle una mano a su amigo y para quedarse con Leah durante el tiempo que sea necesario. Sin embargo, Leah no está pasando por su mejor momento, y Axel va a necesitar mucha paciencia y esfuerzo para recuperar a esa Leah que ha visto crecer con los años. 

La convivencia entre Axel y Leah no es la esperada, ya que Leah a penas sale de la habitación, y no hay casi comunicación entre ellos. Sin embargo, ambos poco a poco van a irse acercando al otro, cada uno por unos motivos diferentes. Y ambos se darán cuenta de cuánto desconocían de la otra persona a pesar de haber pasado mucho tiempo juntos, ya que prácticamente son como de la familia. 

Leah es una chica de 19 años a la que le acaba de cambiar la vida totalmente, y veremos que no tiene interés por nada. Ha perdido a sus padres, y ahora siente un gran vacío. El hecho de no hablar de lo ocurrido piensa que así no ha ocurrido, que no se hace real. Sin embargo, Axel la ayudará a afrontarlo y a seguir adelante. Porque lo que no quiere es que al pensar en sus padres siempre piense en lo que pasó, quiere que al hablar de ellos, los recuerde con una gran sonrisa y se quede con los buenos momentos. Pero no le va a resultar nada sencillo sacar a Leah de su burbuja que se ha creado. 

Conforme pasan los días, Axel y Leah empiezan a tener algo de conversación entre ellos, y es cuando empezamos a ver pequeños avances en Leah, a pesar de que todavía se sigue encerrando a escuchar música y sigue sin coger un pincel. Cada ves, se va rompiendo más esa cáscara, e iremos descubriendo cómo es lea según se va dejando ver y conocer. Poco a poco se va a ir permitiendo volver a sentir, e irá empezando a ver los colores dentro de esa oscuridad en la que está sumida. 

Para Axel resulta muy complicado convivir con una persona con la que apenas hablar, pero que ha interferido en su rutina. Ella se ha adaptado a él en cuanto a sus normas y horarios, sin embargo, para él no es suficiente. Axel necesita que Leah ponga de su parte, porque el tiempo que pasan juntos bajo el mismo techo es demasiado y su relación no puede seguir así. 

A lo largo del libro vemos varias facetas de Axel, que lo que hacen es que le entendamos en cada situación. Axel no solo tendrá la responsabilidad de cuidar y ayudar a Leah, también tendrá que luchar contra sus propias inseguridades y miedos. Al principio vemos a un Axel dispuesto a hacer cualquier cosa por su amigo, ya que él siempre le ha ayudado en lo que ha necesitado, entonces ahora se ve en la obligación de devolverle el favor y echarle una mano. Lo que al principio parecía ser sencillo, al final, se convierte en un suplicio y en un reto, hacer que lea vuelva a ser la de antes no le resultará sencillo, por el simple hecho de que ella ya no es la misma. 

Los personajes me han parecido increíbles en el sentido de que tienen una gran evolución, son únicos y cada uno tiene una personalidad diferente que ha hecho que les coja cariño desde el principio. Lo que más me ha gustado de Leah ha sido su manera de afrontar la pérdida, me he sentido muy identificada, y es por eso que he empatizado mucho con ella. Cada persona afronta una pérdida de manera diferente, y eso nos lo hace ver el propio Axel. Porque con él se aprende y se reflexiona mucho a lo largo del libro, y bueno, lo que más me ha gustado de él ha sido su perseverancia. El hecho de no rendirse con Leah, el intentar una y otra vez recuperarla, es lo que más me ha gustado. Porque tiene sus cosas buenas, y sus cosas malas como todo el mundo, y aún así es que es imposible no cogerle cariño. También es cierto, que en alguna ocasión no me ha gustado su manera de actuar, pero tiene sus motivos y sus miedos, y le he comprendido. 

Una de las cosas que más me han gustado de este libro han sido las emociones y sentimientos que me ha despertado el libro al leerlo. En cada situación he sentido lo mismo que los personajes, me he puesto en su lugar, y he sentido rabia, dolor, inseguridad, cariño, amor, y ese sentimiento acogedor de una familia. Es lo que más me gusta de la autora, su capacidad de hacernos sentir mil cosas a la vez, porque su manera de escribir me atrapa y hace que lo sienta todo real, como si me sucediera a mí. 

La ambientación también me ha gustado mucho, el hecho de que transcurra en Australia, un lugar al que no creo que vaya nunca, me ha llamado la atención. Sobre todo porque no es un sitio habitual en el que suceden las historias. Me ha trasladado a un país de en sueño, con la playa, las olas, y su pequeño pueblo en el que hasta yo he sentido que podía caminar descalza por sus calles. 

Sin duda es uno de los libros que más me han gustado de Alice, no sabría si decir que es mi favorito, porque ahora tras acabarlo tengo los sentimientos a flor de piel. Me va a costar recuperarme de esta historia, y no os podéis hacer a la idea de las ganas que tengo de que salga la segunda parte, porque a mí Alice no me puede dejar así. Yo necesito seguir conociendo a Leah, y a Axel. 

El libro es una maravilla, ya no solo por su manera en la que te atrapa y te engancha, sino porque la historia está contada con sentimiento, y de una manera delicada, en la que hasta cada punto está pensado al detalle para que todo sea perfecto. Para que este libro sea perfecto. Porque sí, es una maravilla de libro, y espero que lo leáis, porque sin duda va a ser una de las mejores lecturas de este año. Alice nunca defrauda, y con este libro se ha superado. 

4,5/5